En inglés: Bank for International Settlements – BIS
DEFINICIÓN de «Banco de Pagos Internacionales – BPI»
El Banco de Pagos Internacionales es una institución financiera internacional cuyo objetivo es promover la estabilidad monetaria y financiera mundial.
DESGLOSE ‘Banco de Pagos Internacionales – BPI’
El Banco de Pagos Internacionales (BPI) suele denominarse «banco central de bancos centrales» porque presta servicios bancarios a instituciones como el Banco Central Europeo y la Reserva Federal. Estos servicios incluyen la realización de transacciones de oro y divisas, así como la concesión de préstamos con garantía a corto plazo.
El BPI también fomenta la cooperación entre bancos centrales. El Comité de Supervisión Bancaria de Basilea (CSBB), aunque técnicamente separado del BPI, es un foro internacional de regulación financiera estrechamente asociado que tiene su sede en las oficinas del BPI en Basilea, Suiza. El BCBS es responsable de los Acuerdos de Basilea, que recomiendan requisitos de capital y otras regulaciones bancarias que son ampliamente implementadas por los gobiernos nacionales.
Historia del BIS
El BIS se fundó en 1930 como centro de intercambio de información sobre las reparaciones de guerra alemanas impuestas por el Tratado de Versalles. Los miembros originales fueron Alemania, Bélgica, Francia, Gran Bretaña, Italia, Japón, Estados Unidos y Suiza. Las reparaciones se interrumpieron poco después de la fundación del banco, y el BPI se convirtió en un foro de cooperación y una contraparte para las transacciones entre bancos centrales.
El banco fue oficialmente neutral durante la Segunda Guerra Mundial, pero fue ampliamente visto como cómplice de los esfuerzos de la guerra nazi, comenzando con la transferencia de oro del banco nacional checoslovaco al Reichsbank alemán a principios de 1939. Al final de la guerra, los Aliados acordaron cerrar el BIS, pero la decisión no se aplicó, en parte a instancias de John Maynard Keynes. Si bien el acuerdo de Bretton Woods siguió en vigor, el BPI desempeñó un papel crucial en el mantenimiento de la convertibilidad internacional de las monedas. También actuó como agente de la Unión Europea de Pagos de 18 países, un sistema de liquidación que ayudó a restaurar la convertibilidad entre las monedas europeas de 1950 a 1958.
Cuando el mundo pasó a tipos de cambio flotantes en los años setenta, el BPI y el BCBS se centraron en la estabilidad financiera, desarrollando requisitos de capital para los bancos basados en el riesgo de sus posiciones financieras. Los Acuerdos de Basilea resultantes han sido ampliamente adoptados por los gobiernos nacionales para regular sus sistemas bancarios. Las negociaciones sobre Basilea III, una actualización de los acuerdos anteriores que surgieron como respuesta a la crisis financiera, concluyeron en diciembre de 2017.