En inglés: Deflation
Definición de ‘Deflación’
La deflación es la disminución general de los precios de los bienes y servicios que se produce cuando la tasa de inflación cae por debajo del 0%. La deflación ocurre naturalmente cuando la oferta de dinero de una economía es fija. En tiempos de deflación, el poder adquisitivo de la moneda y los salarios son más altos de lo que habrían sido de otro modo. Esto es distinto pero similar a la deflación de precios, que es una disminución general del nivel de precios.
DESGLOSE ‘Deflación’
La deflación hace que los costos nominales de capital, mano de obra, bienes y servicios sean más bajos que si la oferta monetaria no se redujera. Si bien la deflación de los precios suele ser un efecto secundario de la deflación monetaria, no siempre es así. La deflación ha sido un fenómeno popular entre los economistas durante décadas. El economista de renombre mundial Milton Friedman argumentó que bajo una política óptima, en la que el banco central busca una tasa de deflación igual a la tasa de interés real de los bonos del Estado, la tasa nominal debería ser cero y el nivel de precios debería caer de manera constante a la tasa de interés real. Su teoría dio a luz la política monetaria de Friedman.
Causas de la Deflación
Por definición, la deflación monetaria sólo puede ser causada por una disminución de la oferta de dinero o de instrumentos financieros redimibles en dinero. En los tiempos modernos, la oferta monetaria está más influenciada por los bancos centrales, como la Reserva Federal. Los períodos de deflación ocurren más comúnmente después de largos períodos de expansión monetaria artificial. A principios de la década de 1930 fue la última vez que se experimentó una deflación significativa en los Estados Unidos. El principal factor que contribuyó a este período deflacionista fue la caída de la oferta monetaria tras las catastróficas quiebras bancarias. Otras naciones, como Japón (1990), han experimentado deflación en los tiempos modernos.
La deflación es causada por una serie de factores, pero se atribuye en gran medida a dos: una disminución de la demanda agregada (desplazamiento hacia la izquierda en la curva de la demanda agregada) y un aumento de la productividad. Una disminución en la demanda agregada típicamente resulta en precios más bajos. Las causas de este cambio incluyen la reducción del gasto público, el fracaso del mercado de valores, el deseo de los consumidores de aumentar el ahorro y el endurecimiento de las políticas monetarias (tasas de interés más altas). En cuanto a la productividad, las empresas operan de manera más eficiente a medida que avanza la tecnología. Estas mejoras operativas se traducen en una reducción de los costes de producción y en un ahorro de costes que se transfiere a los consumidores en forma de precios más bajos.
La deflación de los precios mediante el aumento de la productividad es diferente en sectores específicos. Por ejemplo, considere cómo el aumento de la productividad afecta al sector tecnológico. En las últimas décadas, las mejoras tecnológicas han dado lugar a una reducción significativa del coste medio por gigabyte de datos. En 1980, el costo promedio de un gigabyte de datos era de 437.500 dólares; en 2010, el costo promedio era de 3 centavos. Esta reducción hace que también bajen los precios de los productos manufacturados que utilizan esta tecnología.
Cambiando las opiniones sobre el impacto de la deflación
Tras la Gran Depresión, cuando la deflación monetaria coincidió con un alto nivel de desempleo y un aumento de los impagos, la mayoría de los economistas creyeron que la deflación era un fenómeno adverso. A partir de entonces, la mayoría de los bancos centrales ajustaron la política monetaria para promover aumentos constantes de la oferta monetaria, incluso si ello promovía una inflación crónica de los precios y alentaba a los deudores a pedir demasiado dinero prestado.
En los últimos tiempos, los economistas cuestionan cada vez más las viejas interpretaciones sobre la deflación, especialmente después del estudio de 2004 de los economistas Andrew Atkeson y Patrick Kehoe («Deflation and Depression: Is There an Empirical Link?»). Después de examinar 17 países en un período de 180 años, Atkeson y Kehoe descubrieron 65 de los 73 episodios de deflación sin desaceleración económica, mientras que 21 de las 29 depresiones no tuvieron deflación. Actualmente existe una amplia gama de opiniones sobre la utilidad de la deflación y de la deflación de precios.
La deflación cambia el financiamiento de la deuda y el capital social
La deflación hace que sea menos económico para los gobiernos, las empresas y los consumidores utilizar el financiamiento de la deuda. Sin embargo, la deflación aumenta el poder económico de la financiación de capital basada en el ahorro.
Desde el punto de vista de un inversor, las empresas que acumulan grandes reservas de efectivo o que tienen relativamente poca deuda son más atractivas con la deflación. Lo contrario ocurre con las empresas muy endeudadas y con poca liquidez. La deflación también fomenta el aumento de los rendimientos y aumenta la necesaria prima de riesgo de los valores.