En inglés: Knowledge Economy
¿Qué es la «economía del conocimiento»?
La economía del conocimiento es un sistema de consumo y producción basado en el capital intelectual. La economía del conocimiento suele representar un componente importante de toda la actividad económica de los países desarrollados. En una economía del conocimiento, una parte significativa del valor de una empresa puede consistir en activos intangibles, como el valor del conocimiento de sus trabajadores (capital intelectual). Sin embargo, los principios contables generalmente aceptados (PCGA) no permiten a las empresas incluir estos activos en los balances generales.
DESGLOSE ‘Economía del conocimiento’
Los países menos desarrollados tienden a tener una agricultura y economías basadas en la manufactura, mientras que los países en desarrollo tienden a tener economías basadas en la manufactura y los servicios. Los países desarrollados tienden a tener economías basadas en los servicios. La mayoría de las economías de los países se componen de cada una de estas tres categorías principales de actividad económica, pero en proporciones diferentes en relación con la riqueza de ese país. Entre las actividades de la economía del conocimiento cabe citar la investigación, el apoyo técnico y la consultoría.
En la era de la información, la economía mundial se orientó hacia la economía del conocimiento. Esta transición a la Era de la Información incluye las mejores prácticas tomadas de los tipos de economías intensivas en servicios, manufacturas y mano de obra. Además, los factores basados en el conocimiento crean una economía interconectada y global en la que las fuentes de conocimiento, como la experiencia humana y los secretos comerciales, son factores cruciales para el crecimiento económico y se consideran recursos económicos importantes.
La economía del conocimiento se ocupa de la forma en que la educación y el conocimiento -conocido normalmente como «capital humano»- pueden servir como un activo productivo o un producto empresarial, ya que los servicios y productos innovadores e intelectuales pueden venderse y exportarse y pueden generar beneficios para los individuos, las empresas y la economía. Este componente de la economía depende en gran medida de las capacidades intelectuales en lugar de los recursos naturales o las contribuciones físicas. En la economía del conocimiento, los productos y servicios que se basan en la experiencia intelectual avanzan en campos técnicos y científicos que fomentan la innovación en la economía en su conjunto.
El Banco Mundial define las economías del conocimiento de acuerdo con cuatro pilares: estructuras institucionales que ofrecen incentivos para la iniciativa empresarial y el uso del conocimiento, disponibilidad de mano de obra calificada y buenos sistemas de educación, infraestructura de las TIC y acceso, y un paisaje vibrante de innovación que incluye el mundo académico, el sector privado y la sociedad civil.
Ejemplo de una economía del conocimiento
Las instituciones académicas, las empresas que se dedican a la investigación y el desarrollo, los programadores que desarrollan nuevos programas informáticos y motores de búsqueda para los datos y los profesionales de la salud que utilizan datos digitales para mejorar los tratamientos son todos ellos ejemplos de componentes de una economía del conocimiento. Estos intermediarios en una economía transmiten sus conocimientos y servicios a los trabajadores en campos más tradicionales. Por ejemplo, los agricultores pueden utilizar aplicaciones y soluciones digitales para gestionar los cultivos de su explotación.