Financiamiento climático

En inglés: Climate Finance

DEFINICIÓN de’Financiamiento climático’

La financiación del clima es un canal de financiación mediante el cual las economías desarrolladas financian o invierten parcialmente en proyectos de desarrollo sostenible en las economías en desarrollo para fomentar el desarrollo sin emisiones de carbono.

DESGLOSE ‘Financiamiento climático’

El financiamiento para el cambio climático es un movimiento estructurado de activos de las economías desarrolladas, como los Estados Unidos, hacia proyectos de desarrollo en economías en desarrollo como la India, que fomentan la neutralidad de carbono, el desarrollo sostenible u otras prácticas que mitigarán el cambio climático. El financiamiento climático puede ser ordenado y canalizado a través de organizaciones no gubernamentales (ONG), gobiernos individuales o inversión privada.

Uno de los principales debates internacionales sobre las posibles respuestas mundiales al cambio climático ha sido la cuestión de la financiación de proyectos de desarrollo limpio. Países en desarrollo como India y Brasil argumentan que abordar el cambio climático supondrá una carga desproporcionada para sus economías. La mayoría de las economías desarrolladas se industrializaron antes de que los riesgos del cambio climático se hicieran evidentes, pero en el marco de una estrategia de mitigación del cambio climático, las economías en desarrollo tendrían que depender de soluciones costosas y no probadas para desarrollar redes energéticas viables e infraestructura masiva. El financiamiento para el cambio climático, en forma de préstamos u otras formas de capital redirigido desde los países desarrollados, alivia esta carga.

Aunque muchos estados con economías desarrolladas reconocen la carga desproporcionada de las estrategias de mitigación del cambio climático sobre las economías en desarrollo, el financiamiento para el cambio climático sigue siendo altamente controversial. Cuando los organismos políticos internacionales, como la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) intentan obligar a las naciones a cumplir con compromisos fiscales específicos, generalmente se produce un estancamiento político, tanto a nivel internacional como nacional. Estados Unidos, por ejemplo, no puede firmar un tratado que obligue a la nación a tomar ninguna acción directa a menos que haya sido aprobado por el Congreso, lo que hace poco probable el financiamiento climático dirigido por el gobierno federal en el clima político actual. (Ver también: 5 Riesgos de inversión creados por el calentamiento global.)

Qué (y quién) debería financiarse

Las discusiones sobre cómo gastar el dinero son objeto de un mayor debate. No está nada claro qué actividades caerían bajo el ámbito del «financiamiento climático». Es claramente aplicable a la inversión en energía renovable, por ejemplo, pero no tanto a inversiones como la educación infantil, que pueden reducir el crecimiento de la población (y por lo tanto las emisiones de carbono) a largo plazo, pero cuyos efectos inmediatos (y posibles retornos) son mucho menos claros.

Tampoco está del todo claro qué economías o naciones merecen más fondos a través del financiamiento para el cambio climático. China, por ejemplo, se ha industrializado ampliamente pero todavía tiene cientos de millones de ciudadanos sin un poder consistente. Surgen nuevos debates sobre el uso discrecional de estos fondos. Si una ONG o un banco de inversión canaliza la inversión para el desarrollo sostenible hacia una nación, querrán tener la seguridad de que el dinero se gastará bien, lo que puede llevar a un cierto grado de supervisión. Esto puede conducir a tensiones entre los gobiernos locales (especialmente si tienen tendencias autocráticas o cleptocráticas) y sus potenciales inversores. (Véase también: