En inglés: Investment Horizon
Qué es `Horizonte de inversión’
El horizonte de inversión es el período total de tiempo que un inversor espera tener un valor o una cartera. El horizonte de inversión determina las necesidades de ingresos del inversor y la exposición al riesgo deseada, lo que ayuda en la selección de valores. Establecer un horizonte de inversión debería ser uno de los primeros pasos para crear una cartera.
DESGLOSE ‘Horizonte de inversión’
A medida que aumentan los horizontes de inversión, la renta variable representa una rentabilidad ajustada al riesgo más elevada que los títulos de renta fija y el efectivo. A través de horizontes de inversión más cortos, la renta variable se convierte en la clase de activos más arriesgada porque conlleva mayores niveles de volatilidad. Por ejemplo, un joven profesional con un plan 401(k) debería invertirse principalmente en renta variable porque el horizonte temporal de esta persona podría ser de 30 años o más. Para alguien que está a punto de jubilarse, sin embargo, la preservación del capital se vuelve mucho más importante, por lo que las inversiones de renta fija se vuelven más atractivas. Algunas estrategias de negociación, especialmente las basadas en el análisis técnico, pueden emplear horizontes de inversión de días, horas o incluso minutos.
Horizonte temporal de la cartera
Para establecer una diversificación adecuada, una cartera de inversiones debe consistir en múltiples clases de activos. Para un horizonte de inversión más largo, se puede tomar más riesgo, ya que el mercado tiene muchos años para recuperarse en caso de un retroceso. Las carteras con horizontes de inversión a más largo plazo, especialmente a más de 10 años, deberían tener la mayor parte de sus asignaciones dedicadas a la renta variable. Dentro de la renta variable, una gran parte de la cartera también puede asignarse a clases de activos de mayor riesgo, como las acciones de mediana capitalización, las de pequeña capitalización y las internacionales. Típicamente, las carteras con horizonte de inversión a largo plazo deberían tener un rango del 70 al 100% en renta variable y el resto en renta fija.
A medida que el horizonte se reduce, la cartera debería ajustarse en consecuencia; una mayor parte de la cartera debería pasar de la renta variable a la renta fija. La renta fija proporciona menos rendimiento a largo plazo, pero aumenta la estabilidad del capital de la cartera. Las carteras a medio plazo deberían tener una asignación del 30 al 70% en renta variable y el resto en renta fija.
Al aproximarse al final del horizonte de inversión, la cartera debe asignarse a inversiones de renta fija en su mayoría para minimizar el riesgo. Esto protege a la cartera de un importante retroceso en los mercados de renta variable y mantiene el importe del principal. Las carteras con horizonte de inversión a corto plazo deben mantener una asignación de activos del 70 al 100% en renta fija y el resto en renta variable.
Horizonte de tiempo de inversión
Algunas inversiones tienen su propio horizonte temporal basado en su estructura. Se considera que las acciones son óptimas para los inversores a largo plazo, siendo las acciones de baja capitalización las más arriesgadas. Un bono tiene asociada una fecha de vencimiento o de rescate. Una vez alcanzado ese vencimiento o fecha de compra, el inversor obtiene el valor nominal de la inversión. Los certificados de depósito (CD) también funcionan como bonos en el sentido de que se basan en una fecha de vencimiento y el inversor recibe el valor nominal original.
Una anualidad, especialmente una anualidad fija, tiene una cantidad fija de tiempo w