En inglés: Capital Flight
Qué es’Capital Flight’
La fuga de capitales es un éxodo en gran escala de activos financieros y capital de una nación debido a acontecimientos como la inestabilidad política o económica, la devaluación de la moneda o la imposición de controles de capital. La fuga de capitales puede ser legal, como ocurre cuando los inversores extranjeros repatrían el capital a su país de origen, o ilegal, como ocurre en economías con controles de capital que restringen la transferencia de activos fuera del país. La fuga de capitales puede imponer una pesada carga a las naciones más pobres, ya que la falta de capital impide el crecimiento económico y puede dar lugar a niveles de vida más bajos. Paradójicamente, las economías más abiertas son las menos vulnerables a la fuga de capitales, ya que la transparencia y la apertura aumentan la confianza de los inversores en las perspectivas a largo plazo de esas economías.
DESGLOSE ‘VUELTA DE CAPITAL’
El término «fuga de capitales» abarca una serie de situaciones. Puede referirse a un éxodo de capitales de una nación, de toda una región o de un grupo de países con fundamentos similares. Puede ser desencadenado por un acontecimiento específico de un país o por un desarrollo macroeconómico que provoque un cambio a gran escala en las preferencias de los inversores. También puede ser efímero o durar décadas.
Ejemplo de fuga ilegal de capitales
La fuga ilegal de capitales generalmente tiene lugar en naciones que tienen estrictos controles de capital y divisas. Por ejemplo, la fuga de capitales de la India ascendió a miles de millones de dólares en los decenios de 1970 y 1980 debido a los estrictos controles monetarios. La liberalización de la economía a partir de la década de 1990 invirtió esta fuga de capitales a medida que el capital extranjero se inundó en la economía resurgente.
La fuga de capitales también puede ocurrir en naciones más pequeñas acosadas por la agitación política o los problemas económicos. Argentina, por ejemplo, ha soportado la fuga de capitales durante años debido a una alta tasa de inflación y al deslizamiento de la moneda nacional.
La devaluación de la moneda es a menudo el detonante de la fuga de capitales a gran escala -y legal-, ya que los inversores extranjeros huyen de esas naciones antes de que sus activos pierdan demasiado valor. Este fenómeno se puso de manifiesto en la crisis asiática de 1997, aunque los inversores extranjeros regresaron a esos países antes de que se estabilizaran sus monedas y se reanudara el crecimiento económico.
Debido al espectro de la fuga de capitales, la mayoría de los países prefieren la inversión extranjera directa (IED) a la inversión extranjera de cartera (IPE). Después de todo, la IED implica inversiones a largo plazo en fábricas y empresas de un país, y puede ser extremadamente difícil de liquidar a corto plazo. Por otra parte, las inversiones de cartera pueden ser liquidadas y los ingresos repatriados en cuestión de minutos, lo que hace que esta fuente de capital se considere a menudo como «dinero caliente».
En un entorno de tipos de interés bajos, las «operaciones de carry trades» (operaciones de carry trades), que implican la obtención de préstamos en divisas con tipos de interés bajos y la inversión en activos potencialmente más rentables, como las acciones de los mercados emergentes y