En inglés: Mark-To-Model
Qué es’Mark-To-Model’
Mark-to-model es un método de fijación de precios para una posición de inversión o cartera específica basado en supuestos internos o modelos financieros. Esto contrasta con las valoraciones tradicionales de revaluación de posición, en las que los precios de mercado se utilizan para calcular los valores, así como las pérdidas o ganancias de las posiciones. Los activos que deben ser marcados según el modelo o bien no tienen un mercado regular que proporcione precios precisos, o bien las valoraciones se basan en un complejo conjunto de variables de referencia y plazos. Esto crea una situación en la que se deben utilizar conjeturas y suposiciones para asignar valor a un activo fijo.
DESGLOSE ‘Marcar para modelar’
Los activos de marca a modelo se dejan esencialmente abiertos a la interpretación, lo que puede crear riesgos para los inversores. Los peligros de los activos «mark-to-model» ocurrieron durante el colapso de las hipotecas de alto riesgo que comenzó en 2007. Miles de millones de dólares en activos hipotecarios titulizados tuvieron que ser pasados a pérdidas y ganancias en los balances de la empresa porque los supuestos de valoración resultaron ser inexactos. Muchas de las valoraciones de marca a modelo suponían mercados secundarios líquidos y ordenados y niveles históricos de incumplimiento. Estos supuestos resultaron erróneos cuando la liquidez secundaria se agotó y las tasas de incumplimiento hipotecario subieron muy por encima de los niveles normales.
En gran medida como resultado de los problemas de balance que enfrentan los productos hipotecarios titulizados, el Consejo de Normas de Contabilidad Financiera (FASB, por sus siglas en inglés) emitió una declaración en noviembre de 2007 en la que exigía a todas las empresas que cotizaban en bolsa que revelaran cualquier activo en sus balances que se basara en valoraciones de marca a modelo a partir del ejercicio fiscal de 2008.
Nivel 1, Nivel 2 y Nivel 3
La Declaración 157 de la FASB introdujo un sistema de clasificación que pretende aportar claridad a las tenencias de activos financieros de las empresas. Los activos (así como los pasivos) se dividen en tres categorías: Nivel 1, Nivel 2 y Nivel 3. Los activos de nivel 1 se valoran a precios de mercado observables. Estos activos a valor de mercado incluyen valores del Tesoro, valores negociables, divisas, materias primas y otros activos líquidos para los que se pueden obtener fácilmente los precios corrientes de mercado. Los activos de nivel 2 se valoran sobre la base de precios cotizados en mercados inactivos y/o dependen indirectamente de factores observables como los tipos de interés, las tasas de incumplimiento y las curvas de rendimiento. Los bonos corporativos, los préstamos bancarios y los derivados extrabursátiles entran en esta categoría. Por último, los activos de Nivel 3 se valoran con modelos internos. Los precios no son directamente observables y las hipótesis, que pueden estar sujetas a amplias variaciones, deben hacerse en la valoración de los activos según el modelo. Ejemplos de activos de ajuste a modelos son la deuda en dificultades, los derivados complejos y las acciones de capital privado.