En inglés: Obsolescence Risk
DEFINICIÓN de «Riesgo de obsolescencia»
El riesgo de obsolescencia es el riesgo de que un proceso, producto o tecnología utilizado o producido por una empresa con fines de lucro se vuelva obsoleto y, por lo tanto, deje de ser competitivo en el mercado. Esto reduciría la rentabilidad de la empresa. El riesgo de obsolescencia es más significativo para las empresas de base tecnológica o las empresas con productos o servicios basados en ventajas tecnológicas.
DESGLOSE ‘Riesgo de obsolescencia’
El riesgo de obsolescencia es hasta cierto punto un factor para todas las empresas y un efecto secundario necesario de una economía próspera e innovadora. Este riesgo entra en juego, por ejemplo, cuando una empresa está decidiendo cuánto invertir en una nueva tecnología. ¿Seguirá siendo esa tecnología lo suficientemente superior como para que la inversión dé sus frutos, o se volverá obsoleta tan pronto que la empresa perderá dinero? El riesgo de obsolescencia también significa que las empresas que desean seguir siendo competitivas y rentables necesitan estar preparadas para realizar grandes inversiones de capital cada vez que un producto, servicio o factor de producción importante se vuelve obsoleto. Esto es difícil porque puede ser difícil predecir la obsolescencia y presupuestar en consecuencia.
Ejemplo de riesgo de obsolescencia
Una editorial es un ejemplo de una que se enfrenta a un riesgo de obsolescencia. A medida que las computadoras, las tabletas y los teléfonos inteligentes se han vuelto más populares y asequibles, un número cada vez mayor de consumidores ha comenzado a leer revistas, periódicos y libros en estos dispositivos en lugar de en sus formas impresas. Para que la editorial siga siendo competitiva, debe minimizar sus inversiones en las antiguas publicaciones en papel y maximizar sus inversiones en nuevas tecnologías. Aun cuando haga este cambio, debe permanecer alerta a las nuevas e inimaginables tecnologías que podrían suplantar las formas de lectura actualmente populares y requerir aún más inversión.
Los «cementerios» bursátiles están repletos de empresas muertas cuyos productos o tecnología han quedado obsoletos. Ejemplos de ello son las empresas de tecnología Control Data and Digital Equipment de la lista «recomendada» de Morgan Stanley de 1982.