Inversión basada en objetivos

En inglés: Goal-Based Investing

DEFINICIÓN de’Inversión Basada en Objetivos’

Un enfoque relativamente nuevo de la administración de patrimonio que enfatiza la inversión con el objetivo de alcanzar metas específicas de vida. La inversión basada en objetivos (GBI, por sus siglas en inglés) consiste en que un gestor de patrimonio o los clientes de una empresa de inversión miden su progreso hacia los objetivos específicos de la vida, tales como ahorrar para la educación de los hijos o construir un nido de huevos para la jubilación, en lugar de centrarse en generar el mayor rendimiento posible de la cartera o vencer al mercado.

DESGLOSE ‘Inversión basada en objetivos’

Considere a un inversionista que está deseando jubilarse dentro de un año, y que por lo tanto no puede permitirse perder ni siquiera el 10% de su cartera. Si el mercado bursátil cae un 30% en un año dado y la cartera del inversor baja «sólo» un 20%, el hecho de que la cartera haya superado al mercado en 10 puntos porcentuales ofrecería poca comodidad.

La inversión basada en objetivos tiene como objetivo sortear esta desventaja del enfoque de inversión tradicional, que generalmente se centra en superar el rendimiento del mercado mientras se mantiene dentro del umbral de riesgo del inversor. En su lugar, utiliza pools de activos individuales con una estrategia de inversión que se adapta a los objetivos específicos del cliente. Por lo tanto, si los objetivos principales de una clienta son ahorrar para la jubilación inminente y financiar la educación universitaria de sus nietos pequeños, la estrategia de inversión sería más conservadora para la primera y relativamente agresiva para la segunda. Por ejemplo, la asignación de activos para los activos de retiro podría ser del 10% para las acciones y del 90% para la renta fija, mientras que la asignación de activos para el fondo de educación podría ser del 50% para las acciones y del 50% para la renta fija.

Las dos ventajas más grandes de la inversión basada en metas, según sus proponentes, son – (i) aumenta el compromiso de los clientes con sus metas de vida al permitirles un progreso tangible hacia sus metas, y (ii) reduce los prejuicios negativos de comportamiento tales como la toma de decisiones impulsivas y la reacción exagerada.

La inversión basada en objetivos creció en popularidad en los años posteriores a la Gran Recesión de 2008-09, a medida que muchos inversores se dieron cuenta de hasta qué punto el logro de los objetivos personales podría verse afectado por un mercado bajista severo. Millones de inversores desafortunados fueron testigos de la dramática caída de su patrimonio neto como resultado de la recesión global que provocó descensos de más del 50% en la mayoría de los principales mercados, así como la pronunciada corrección de los precios de la vivienda en Estados Unidos.

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